¡Una cabaña inspiradora y auténtica en plena naturaleza!

Una cocina verde oliva

En esta casa familiar, había que reinventar el salón para hacerlo más acogedor y práctico. Pero sin dejar de respetar el estilo y la autenticidad de la cabaña. La elección del tono verde oliva, que viste los muebles de la cocina y el banco arcón de la zona de relax, pone ese toque moderno y delicado. Crea un ambiente sereno y cálido, con un diseño elegante y moderno, que combina perfectamente con la madera de las paredes. De este modo, ese color verde oliva, en un 100 % de materiales reciclados, es virtuoso. Al elegirlo, Sarah Poniatowski también quiso preservar el medio ambiente. Los muebles se realzan con toques de latón gracias a los tiradores Xéna, que iluminan sutilmente la cocina, dándole un aspecto muy decorativo. Para la encimera, en lugar de mármol, Sarah Poniatowski prefirió el cuarzo, también hecho con material reciclado y de efecto piedra, blanco roto moteado, muy suave. En la pared, los azulejos zellige irregulares tienen distintos matices de verde, que van desde el salvia hasta el caqui claro, formando una credencia muy decorativa.

Una reforma para mejorar el confort y la funcionalidad

Los propietarios querían preservar el alma de la casa. Pero también querían crear un espacio lo más acogedor y decorativo posible y disponer de la comodidad de un equipamiento moderno y unos muebles y accesorios prácticos. Fue así como se reinventó la cocina en torno al piano de cocción original, cuidadosamente conservado para reforzar el ambiente auténtico. Entre esa cocina y la esquina encontramos un gran armario que ofrece mucho espacio de almacenamiento gracias a sus cajones deslizantes. Encima, una balda verde oliva sirve para exponer algunos objetos decorativos. Enfrente, en el lado de la ventana, la pared se cubre con un lineal de muebles bajos que alberga el fregadero y una columna con el frigorífico. Estos muebles están equipados con accesorios a cual más útil, como los cubos de basura para reciclar o la organización especial para los productos de limpieza. El conjunto se remata con una encimera con fregadero enrasado y escurridor integrado. La función de la credencia de azulejos es proteger la madera del revestimiento de la pared de las salpicaduras de agua, aportando al mismo tiempo un diseño decorativo muy chic.

Agrandar la cocina verde oliva con una composición de estilo aparador

Como prolongación de la cocina, Sarah Poniatowski imaginó un conjunto de muebles al estilo de un aparador. Esos elementos correderos ofrecen un amplio espacio de almacenamiento adicional. Con la encimera de cuarzo con aspecto de piedra y la credencia con una balda etérea, forman una especie de mueble familiar. La estantería verde oliva se funde en los distintos matices de verde del zellige y realza la decoración y los bonitos accesorios de época. Esta composición, con un diseño muy actual, encaja perfectamente en el ambiente de esta casa de montaña. Totalmente conjuntada con los tonos de los frentes de la cocina, está separada de ella por un murete y una viga de madera. Visualmente se integra como continuación de los muebles de la cocina y agranda el espacio de preparación. Un nicho abierto curvo remata este mueble con la calidez de una forma redondeada y facilita el acceso a la terraza trasera.

Un rincón para relajarse bajo la escalera

En medio del comedor, Sarah Poniatowski quiso conservar la mesa rústica de madera en lugar de optar por una isla. En torno a ese elemento tan acogedor se reúnen todas las generaciones para degustar los deliciosos platos preparados en la cocina. Para optimizar el espacio desaprovechado bajo las escaleras, la talentosa interiorista ideó una zona de relax combinada con una librería hecha a medida. Ideal para disfrutar juntos de un juego de mesa o leer un libro admirando las vistas a las montañas, el banco arcón tiene unas puertas deslizantes escondidas tras los frentes verde oliva, a conjunto con los de la cocina. La librería, de un tono muy parecido al de la madera de las paredes que deja ver a través de sus fondos abiertos, es la pieza central de esta distribución. Compuesta por estantes de dimensiones pensadas especialmente para los objetos de la familia, pone de relieve los libros, recuerdos y objetos decorativos.

Un virtuoso proyecto que pone de relieve el savoir-faire en el corazón de los Alpes

Para este proyecto, Mobalpa quiso colaborar con Sarah Poniatowski no solo por la calidad de su trabajo, sino también por los valores que compartimos, como nuestro compromiso con la preservación del medio ambiente y nuestro deseo de poner de relieve el saber hacer en el corazón de los Alpes. Con esta talentosa diseñadora de interiores, quisimos crear un diseño que fuera tan estético como sostenible. En primer lugar, imaginando una decoración atemporal, diseñada para superar las modas y ofrecer el confort de la modernidad, combinando perfectamente con el carácter del lugar. Y, en segundo lugar, optando por materiales reciclados y ecorresponsables, inspirados en la naturaleza circundante. Nuestro color verde oliva, compuesto con un 100 % de madera reciclada, encaja perfectamente con esos criterios. Más moderno que un simple blanco o negro, este verde, un matiz orgánico, da un toque de calidez y es uno de los tonos más actuales. Lo asociamos con el cuarzo, con un efecto de piedra blanco roto moteado, también procedente de un material reciclado.
 

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