Puesto que el color es un elemento principal en el diseño de interiores, es importante elegirlo con cuidado para garantizar una combinación armoniosa con la madera. Los tonos claros iluminarán una cocina de madera clara y ampliarán el espacio, ideal para zonas pequeñas que necesitan luz.
¿Te gusta el estilo escandinavo, muy depurado? Opta por frentes de madera clara combinados con blanco, beis, gris claro o incluso rosa pálido o un bonito verde salvia. Esta combinación de colores pastel aportará suavidad a tu cocina para crear una estancia relajante y delicada.
Si buscas un estilo minimalista, opta por la sobriedad con muebles sin tiradores ni vitrinas combinados con blanco o colores más cálidos como el marrón. La cocina y todos sus componentes quedan disimulados, lo que amplía el espacio. Ideal si tienes una cocina con isla abierta al salón y quieres difuminar los límites entre las distintas estancias.
Los tonos más oscuros y coloridos aportarán contraste y crearán un ambiente retro muy actual. Para una cocina de estilo moderno y de diseño, crea un contraste con colores pronunciados como el gris antracita, el «greige», el basalto o incluso el rojo y el negro. También en este caso, la isla puede utilizarse como elemento decorativo que contrasta con un color más marcado.