El auge del acabado mate en decoración es innegable. A pesar de todo, este tipo de superficie planteaba problemas prácticos, ya que se consideraba muy sucia y bastante frágil, dos defectos especialmente condicionantes en un lugar como la cocina. Pero el atractivo del color mate, unido a su aspecto de diseño, ha llevado a buscar materiales innovadores que tuvieran ese acabado tan característico eliminando sus principales puntos débiles.
El resultado es el material Fenix, que, gracias a su baja reflexión lumínica, consigue ese aspecto mate tan buscado. Esta superficie es además muy suave al tacto, con un efecto piel de melocotón que hace que su contacto sea muy agradable al hacer tareas en la cocina. El material Fenix es muy resistente a los arañazos, a la abrasión, al calor y a los diferentes productos de limpieza. Además, lleva un tratamiento contra las huellas de los dedos para que luzca siempre un aspecto impecable. Fenix es un material muy fácil de limpiar y reparar: un paño húmedo y una plancha bastan para paliar accidentes como los pequeños arañazos.